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La internacionalización…una decisión estratégica

riskLa internacionalización es una posible estrategia que toda empresa puede decidir en algún momento adoptar frente a los retos que la globalización nos plantea. No la única, ni muchas veces la más conveniente o siquiera posible en estos momentos.

Es una decisión que todo empresario debe plantearse y que la debe tomar en función de las variables provenientes del análisis externo y de las propias capacidades, puntos fuertes y débiles, que se hacen evidentes después de un riguroso estudio objetivo de la propia empresa.

Nos planteamos en este asunto tres cuestiones:

  1. ¿Es conveniente para la empresa salir al exterior?¿Se dan las circunstancias correctas?, es decir, ¿debe la empresa salir al exterior? Esto tiene que ver con el análisis externo, situación del entorno, del mercado y del sector, presión competitiva, oportunidades y amenazas.
  2. ¿Estamos motivados e implicados en el proceso, en caso de iniciarlo?
  3. ¿Tenemos las capacidades necesarias para abordar la internacionalización con unas garantías mínimas de éxito?

puede-debe-quiere

 

Con respecto a la primera cuestión, es indudable que el momento actual es adecuado, con la globalización por un lado y la situación de crisis en nuestro mercado natural que nos empuja a buscar nuevas alternativas que mejoren nuestras perspectivas, no sólo de rentabilidad, sino en muchos casos hasta de supervivencia. Luego en general, la respuesta al ¿Debe? suele ser positiva, aunque depende también del sector del que estamos hablando.

En la primera guerra mundial, la Gran Guerra se llamó, los soldados, acurrucados dentro del agujero en el que se encontraban, esperaban muertos de miedo al momento en que sonase el silbato, indicación de ataque, momento en que había que salir de la trinchera y avanzar por tierra de nadie hacia la madriguera del enemigo, recorrido infestado de peligros.

Muchas veces ocurría que muchos soldados, aquejados en lo que se llamó el síndrome del corazón del soldado (neurosis de combate o fatiga de batalla), no podían moverse, dejando al descubierto a sus compañeros que sí avanzaban, confiando que iban acompañados. Esta situación llevaba al desastre táctico, poniendo en peligro la estrategia de guerra diseñada por el Estado Mayor.

Por ello el análisis de la motivación e implicación real, no sólo del dueño o de su equipo directivo, sino de toda la empresa, es fundamental para poder tomar una decisión adecuada sobre el inicio de un proceso que requerirá de la participación unánime, ya que no es una acción aislada e independiente de la estrategia empresarial.

Un ejemplo de factores a considerar en el análisis podría ser el representado en las siguientes tablas-resumen:

motivaciones

Implicación real

Con respecto a las capacidades debemos estudiar muy cuidadosamente las que tenemos actualmente y nos permiten adoptar la estrategia y las que tenemos que mejorar pues son un freno en el momento actual, pero no cuando se solucionen.

Capacidades

Si no somos capaces de dar una respuesta afirmativa a estas tres cuestiones (debe, quiere y puede), es mejor buscar otras alternativas de crecimiento en los mercados actuales (nuevas líneas de productos y servicios, nuevos segmentos de clientes…) que iniciar un proceso que para desarrollarse adecuadamente tiene unas exigencias que la empresa debe estar preparada para afrontar.

La internacionalización no es una obligación, es una alternativa, en algunos casos prometedora, a veces insoslayable, pero en otros puede ser hasta contraproducente en el momento actual.

Hay que analizar cada caso de forma individual, sus limitaciones, fortalezas, circunstancias, entorno, y, sobretodo, voluntad de apuesta de futuro por una estrategia que requiere un periodo de maduración más o menos largo, para dar sus frutos.

Si hay algo que nos está enseñando esta mundialización de las economías, es que ningún proyecto realmente importante se puede desarrollar en soledad. Tanto en el ámbito empresarial, con la ayuda de especialistas en las distintas materias y/o la búsqueda de socios que aporten valor añadido al proyecto, como de cara a las diversas instituciones que en España están para dar apoyo al tejido empresarial, en todos los ámbitos de la promoción, la formación y la información.

No cabe duda que una vez tomada la decisión, esta será trascendental para el futuro de la empresa.

Ignacio

Licenciado en Económicas y Empresariales por ICADE, con 24 años de experiencia en distintos puestos de responsabilidad, trabajando para empresas, administraciones públicas y el tercer sector. Desde 2003, como profesional, ofreciendo servicios de consultoría y formación enfocados al desarrollo y consolidación de las organizaciones.

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